Cada vez estamos más cerca del verano y es en época estival cuando jugar y nadar en el agua se convierte en una de las actividades preferidas para los niños. En el agua los niños viven nuevas experiencias, chapoteando, salpicando, flotando, etc. No obstante, es fundamental seguir unas medidas de seguridad básicas para disfrutar de un baño seguro y evitar sustos. Si este tema te interesa, ¡no dejes de leer! Hoy, en La vida es algo más te contamos cuáles son las precauciones que debes tener en cuenta a la hora de ir a la piscina con niños.
Consejos para la seguridad de los niños en la piscina
Cuando de baños en la piscina se trata, un descuido puede traernos consecuencias muy graves y más aún si vamos con niños. Por eso, la seguridad es lo primero y cuando te bañes con tu peque en la piscina toda tu atención tiene que estar centrada en el niño. Siguiendo unas medidas, los peques se bañarán con seguridad y podrán disfrutar de baños llenos de diversión. ¡Te damos los mejores consejos de seguridad!
Seguir unos hábitos antes de entrar en el agua
Antes de que el niño entre en el agua, es importante adaptar su temperatura corporal al agua. Para ello, se aconseja una ducha antes de entrar en la piscina. De igual manera, preguntarle al peque si tiene ganas de hacer pipí es un buen hábito para disfrutar del baño.
Usar manguitos o un chaleco protector
Para garantizar la flotabilidad de los pequeños en el agua y, por tanto, poder disfrutar de un baño seguro, es importante que el niño lleve puestos manguitos o un chaleco flotador de la talla adecuada y correctamente colocado.
Si dudas sobre qué elemento de protección elegir, el chaleco flotador garantiza, además de seguridad, gran comodidad para el pequeño. Es una prenda cómoda para los bebés y niños, que se adapta perfectamente al cuerpo, dejando los brazos libres, permitiendo la total libertad de movimiento. De hecho, el Ministerio de Sanidad ha recomendado el chaleco flotador como una de las mejores opciones para que los bebés y niños disfruten con total seguridad de los baños en la piscina o en la playa.
Protegerse del sol con prendas de protección solar
Mientras estamos en el agua, los rayos ultravioleta llegan a la piel. Por eso, es importante proteger la piel del pequeño con protección solar. De igual manera, junto con la crema solar, las camisetas de protección solar son una excelente opción para proteger la piel del pequeño de quemaduras, bloquean los rayos UVA y UVB nocivos. Y para completar el traje de baño, las gorras de protección solar para bebé son perfectas para usar tanto fuera como dentro del agua. Cuentan con protección solar UPF50+ con la que prevenir que se quemen las zonas más sensibles como cuello, nuca y orejas, se ajustan perfectamente y no se les caerá de la cabecita cuando se estén dando un chapuzón.
Completar el traje de baño con zapatillas antideslizantes
Para evitar resbalones en superficies húmedas y resbaladizas, lo mejor es proteger los pies del pequeño con zapatillas antideslizantes, de agarre firme y que se pueden usar tanto para caminar como para nadar en la piscina.
Vigilar continuamente al niño
Ningún artículo de flotación sustituye la supervisión de un adulto, de manera que es necesario que un adulto vigile y controle el baño de los niños.
Controlar el tiempo de baño
Los pequeños se olvidan de todo mientras están en el agua y, con frecuencia, pasan más tiempo del debido, consumiendo todas sus energías. Por esto, es importante que el papá y/o la mamá observe al niño y preste atención a su lenguaje corporal. Cuando el niño cierra los puñitos y levanta los hombros es porque ya quiere salir del agua. Con una media hora en la piscina ya sería suficiente.
Salir del agua si tengo frío y secarse bien
Tanto si el peque se baña en una piscina cubierta como si lo hace en una descubierta, hay que fijarse en que el niño no se quede muy frío. Además, en cuanto salga del agua, es importante secarlo bien con una toalla que lo mantenga caliente. También es aconsejable darle algo de comer para reajustar la temperatura corporal.
Recoger los juguetes tras su uso
Es importante mantener buenos hábitos de baño, así como el de recoger elementos de flotación y juguetes hinchables que puedan ser llamativos para el pequeño. Estos artículos deberán mantenerse alejados de la piscina tras su uso para así evitar que el niño se lance a por ellos después del baño.
Además, si durante el baño al peque se le escapa un juguete, deberá ser el adulto el que lo recoja. Habrá que enseñarle al niño a que llame y pida ayuda.
Duchar al niño tras el baño
El agua con cloro de las piscinas puede irritar la piel fina y delicada del pequeño. Por eso, es fundamental bañar al peque tras el baño con champú y gel de ducha infantil.
¿Con ganas de disfrutar de un chapuzón con tu peque? Siguiendo estos consejos, tu peque disfrutará del agua y podrás mantener la seguridad en todo momento. Y… ¡al agua patos!