Cuántas veces le has puesto unos zapatos a tu hijo o hija y al segundo se los ha quitado incluso los calcetines. A los niños les encanta ir descalzos y corretear con los pies sin zapatillas, pero todo tiene un por qué y no necesariamente tiene que ser un hábito malo. El ir descalzos es algo que puede ser beneficioso para la salud y el desarrollo de los más peques. Hoy, en el blog de La vida es algo más, te contamos por qué los niños adoran ir descalzos.
¿Por qué los niños se quitan los zapatos?
Si has notado que los peques de casa aprovechan cualquier descuido para quitarse los zapatos y calcetines y quedarse completamente descalzos, tranquilo porque es algo bastante normal.
Por un lado, es normal que se sientan mucho más cómodos y seguros, sobre todo si son muy pequeños y están aprendiendo a dar sus primeros pasos. El agarre del pie al estar descalzo es mucho mayor y aporta más equilibrio que si los peques llevan los zapatos puestos. Por otra parte, es una forma de observar directamente sus dedos de los pies y ver la motricidad de los mismos.
Beneficios de andar descalzos en los niños
Que un niño ande descalzo puede suponer múltiples beneficios, como ayudar al desarrollo de los pies. Cuando los niños nacen, tienen los pies completamente planos y el hecho de andar descalzos, es una manera de fomentar la formación del puente en la planta de los pies.
También debes saber que los niños tienen una mayor sensibilidad táctil en las manos y pies, a través de la cual crean consciencia del espacio en el que están, ya que sus pies se encuentran en constante movimiento. Liberar los pies, también es una forma de ayudar al desarrollo del sistema nervioso y mejorar las habilidades motoras de los peques.
¿Debo dejar que los niños vayan siempre descalzos?
Pese a los múltiples beneficios que tienen los niños al ir descalzos, no debemos dejarlos andar descalzos siempre. Que lo hagan en casa, con superficies planas, no supone ningún problema. Eso sí, deberás asegurarte que no pisen suelo mojado porque pueden correr peligro de resbalar y caerse. También tendrás que apartar todos aquellos objetos con los que el niño pueda hacerse daño mientras ande.
Ahora bien, los zapatos tienen una clara función, que es la de proteger al pie. Cuando vayan caminando por la calle es inevitable que utilicen zapatos. ¿Y qué pasa en verano cuando los niños están en la playa o en la piscina? El riesgo de coger alguna infección de pies en una piscina es alto, por eso, si quieres proteger los pies de los peques sin privarles de su libertad de movimientos, te recomendamos las zapatillas antideslizantes de Slipstop.
Estas zapatillas son ideales para ir a la playa o a la piscina, ya que protege al pie del suelo, el calor y la arena, además de ser antideslizantes. Con un estilo tipo calcetín, son tan cómodas que incluso podrás usarlas en la guardería o al estar por casa.
Porque La vida es algo más, disfrutemos viendo como los peques corretean y ríen haciendo sus particulares travesuras. No hay nada más contagioso que la risa de un niño y sentir esa sensación de plenitud en el corazón.